Las palomas que tanto gustaban a los visitantes de la popular avenida Central han pasado de ser admiradas a ignoradas.
Ya no las quieren
Esto quedó en evidencia, luego de que el equipo de día a día se quedó observando un rato el lugar y se percató de que en media hora nadie se acercó a darles comida como antes, ni a tomarles fotos a sus nidos.
Samuel Batista, limpiador de botas en esta área, dijo que hace cinco años era común que tanto panameños como extranjeros se detuvieran al ser cautivados por tantas aves, pero en la actualidad ha disminuido esta atracción.
Incluso, en esta misma recta siempre estaba una señora con su bolsita de maíz para vender, pero hasta ella ha desaparecido, dijo Batista.
De igual forma se puede observar que ya no hay la misma cantidad de aves revoloteando la avenida como antes.
Al preguntar esto a la gente que siempre está por su alrededor, expresaron que por las noches se ve a los "piedreros" del lugar robando las aves para venderlas.
Otros aseguran que el precio de maíz es muy elevado y que si no hay ni para hacer la tortilla en casa, menos para alimentar aves.
Otro elemento negativo para estos animales es que en el lugar se realizan diversas obras para rehabilitar el pavimento, por lo que el sonido de la maquinaria asusta a las palomas y muchas han emigrado, según se comentó.
Algunas palomas comen de la basura o se vuelven ladronas de comida de las fondas cercanas para no morir de hambre.